6 Errores al orar según La Biblia.

Existen muchas maneras de orar o rezar, como algunos le llaman. Y es que la comunicación con Dios puede ir desde lo más sagrado y solemne hasta lo más íntimo y personal. El cómo lo hagas depende de muchas cosas y no es que esté bien o mal, pero La Biblia nos da parámetros por los cuales podemos guiarnos. Aquí te muestro 6 errores comunes que cometemos al orar (Según la Biblia). Para que, aunque lo hagas a tu manera, no te salgas de las guías que Dios nos dejó en su palabra.

1 ORAR SÓLO PARA PEDIR

Jesús dijo "Pedid y se os dará" (Lucas 11:9) también dijo "Y todo lo que pidieres al Padre en mi nombre, lo haré" (Juan 14:13)

Él estaba alentándonos a pedir, lo cual no está mal, pero se vuelve un error venir a Dios sólo con una lista llena de peticiones, peticiones y más peticiones sin ser agradecidos por lo que nos da, o sin simplemente escuchar que tiene él para decirnos. Creo que a medida que el cristiano va madurando espiritualmente sus oraciones son cada vez menos cargadas de peticiones y se empiezan a llenar de alabanza, adoración y gratitud. El error no es pedir a Dios, sino llegar "sólo a pedir".

2 NO PEDIR PERDÓN

En la oración modelo , vemos que pedir perdón por nuestros errores es necesario. Cuando Jesús enseñaba la manera de orar incluyó la frase "Y perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos ofenden". Es muy importante saber que siempre cometemos errores y muchas veces ofendemos a Dios con nuestros actos. Pedir perdón por nuestras fallas en lo menos que podemos hacer cuando hablamos con él.

3 NO ACEPTAR LA VOLUNTAD DE DIOS

Dios es soberano, como decíamos en el artículo "Cómo orar por los enfermos", Y su voluntad está sobre todo lo demás, y debemos aprender a aceptarla incluso cuando no la comprendamos. Debemos orar para que su voluntad sea la que se cumpla, y no la nuestra. Al final, el plan de Dios siempre es mejor que cualquiera que nosotros podamos tener.

4 ORACIONES EGOÍSTAS

Santiago dice: "Pedís y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites" (Santiago 4:3). Puedes preguntarte, si Dios te concediera todas tus peticiones de los últimos 3 meses ¿Cuántas personas serían beneficiadas? Si la respuesta es sólo tú, creo que algo anda mal. No es malo pedir a Dios cosas que deseamos o necesitamos como humanos, pero debemos recordar que lo más importante es la parte espiritual, interceder por la salvación de las personas, por la salud de los enfermos, por la vida de tu pastor o líder, por la paz entre tu congregación, son cosas que muchas veces olvidamos en nuestras listas de oración.

5 DESENFOCARSE

Este es un error muy común cuando oramos, perdemos atención en nuestra oración y desviamos nuestro pensamiento a otras cosas, es algo que a todos nos pasa, pero debemos tratar de evitarlo ya que eso habla de la poca importancia que estamos dando al momento en que nos dirigimos a nuestro Padre celestial. Es muy fácil distraerse cuando intentamos orar en medio de mucho ruido o movimiento de personas, te recomiendo el artículo "Los 4 mejores momentos del día para orar" seguro te ayudará en corregir este punto.

6 ORAR EN AUTOMÁTICO

Si, lo sé, se escucha extraño, pero muchos oramos en modo automático. Cuando estamos en la Iglesia, o cuando oramos antes de comer. Oramos pero sin poner mucha atención en lo que estamos diciendo, se vuelven palabras vacías que difícilmente Dios recibirá con agrado.

Cada vez que nos dirijamos a nuestro Padre celestial, hagámoslo con sinceridad, humildad, gratitud y dando al momento la importancia que merece.

Aunque estos son errores bastante comunes que debemos aprender a evitar, la mayoría los hemos cometido más de una vez al dirigirnos a Dios. Lo importante es que, ahora que ya los conocemos, tratemos de evitarlos.

Lo más importante al dirigirte a Dios, es un corazón humilde y sincero. Recuerda que Dios puede leernos completamente, ante él no podemos fingir lo que no somos, por lo tanto, pon más atención en la sinceridad de tus palabras y poco a poco Dios mismo te irá guiando hacia el centro de su voluntad, como a todos sus hijos.

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¡Que Dios te bendiga mucho!