¿A quién estás reflejando?

Reverberar, es un sinónimo de reflejar, como la luz reflejándose en la superficie de un cuerpo brillante, en especial cuando se descomponen reflejos brillantes. Amigo, la luz de Cristo reverbera sobre los corazones ¡resplandece con su luz!

Reflexionemos un poco... ¿A quién te pareces? ¿A quién estás reflejando?

Mientras lo consideras, reflexionemos en 2 de Corintios 3:18 Donde Pablo nos dice que somos transformados de Gloria en Gloria en la misma imagen del Señor. Al buscar honrar a Jesús con nuestras vidas, uno de nuestros objetivos debe ser adoptar su imagen, volver a la esencia, volver a ser imagen y semejanza de él, porque el pecado nos corrompió. Bendito es Jesucristo, que a través de su sacrificio, quita nuestro pecado.

Ser semejantes a Jesucristo no significa que nos tenemos que dejar crecer la barba y usar sandalias. En realidad, el cambio es más algo interior y lo hace el Espíritu Santo en nosotros, ya que él nos ayuda a mostrar rasgos de Cristo, en actitud (humildad) en carácter (amor) en compasión (acompañar a los que están caídos y solos).

Los fariseos buscaban su realización personal más que el desarrollo de su carácter, lo que para ellos era ministerio, para Jesús era hipocresía, ellos descuidaron el madurar, crecer y reflejar a Cristo en su carácter. Por el contrario, le acusaban de no predicar la verdad, el amor, la compasión y la bondad.

Reflejar a Cristo en nuestro carácter debe ser el mayor propósito de vida.

No es malo tener cosas materiales, un carro, una casa, comodidades o dinero, pero si para eso vivimos, hemos perdido el propósito principal de la vida.

El propósito de Cristo es que seamos cada día más como él.

Hno. Ted Samuel Delgado.

Fundador de Proyecto Jóvenes Para Cristo

www.instagram.com/proyecto.jpc