CUANDO EL DIABLO GANA LA GUERRA

Jimmy Henz
30 abr 2019
2 Min. de lectura

En la historia, podemos ver que Satanás, antes de revelarse, era un ángel como muchos otros. Pero desde que permitió que el pecado entrara en él, ha venido sufriendo distintos eventos que siempre lo dejan como "el perdedor". Su expulsión del cielo, su derrota cuando Jesús resucitó y por si fuera poco, la profecía de su destrucción eterna al final de los tiempos son sólo algunos ejemplos.

Dios nos ha dejado en su palabra textos como: Resistan al diablo y huirá de vosotros (Santiago 4:17). Dándonos poder sobre la maldad. Un poder que en realidad viene de Dios a través de su Espíritu Santo. Pero a pesar de todo eso, hay guerras en las que Satanás sale vencedor.

¿Cual es la guerra que gana el Diablo?

Todos libramos, conscientes de ello o no, una guerra contra satanás por nuestra alma. Su objetivo es alejar al hombre tanto como sea posible de la salvación de Dios hasta el día de su muerte, porque ese día se acaban las oportunidades de salvación. Y no queda mas remedio que la condenación eterna.

Lamentablemente, esa es la guerra que Satanás si gana en la vida de muchos. A través de muchísimas cosas los mantiene alejados de Dios. En algunos casos, hace que ocurran desastres en su vida para que ellos sientan resentimiento con Dios por haberlo permitido, como la perdida repentina de un ser querido, o sufrir un hecho desastroso como una violación o un accidente grave. En otros casos usa a personas que se hacen pasar por cristianos para dar mal testimonio del evangelio y así crear una barrera entre ellos y Dios.

He escuchado casos donde supuestos pastores evangélicos han estafado a familias enteras, han engañado, se han aprovechado económicamente de ellos e incluso han tomado sus hijas para ellos en nombre de Dios. Los afectados, al abrir sus ojos y darse cuenta de el daño que han sufrido de parte de un supuesto hijo de Dios, dejan que el rencor y el resentimiento los invada, como es normal en cualquier ser humano. Y eso hace que difícilmente vuelvan a abrir la puerta en sus vidas a Dios y al evangelio.

En otros casos, con simples distracciones como el trabajo, el dinero, la ambición, las responsabilidades y demás, el enemigo los mantiene ocupados, sin tiempo para buscar de Dios.

Y así llegan al día de su muerte sin haber creído, sin haber entregado su vida a Dios y sin haber recibido la salvación.

Son muchísimas las personas que día a día mueren sin Cristo, ganándoles el diablo su guerra. Ya sea con engaños, distracciones o con cualquier otra artimaña que le funcione, el enemigo hará lo que sea por que pierdas tu guerra por tu alma.

La buena noticia, es que aún hay muchos peleando todavía esa batalla. Habla de Jesús a todas las personas que puedas, no permitas que satanás siga ganando guerras por las almas. Vistámonos de la armadura de Dios y prediquemos de Jesús a las personas antes que sea tarde.