top of page
Buscar

EL ENEMIGO TOCÓ A MI PUERTA [Reflexión]


El enemigo tocó a mi puerta Devocionales cristianos cortos

El enemigo tocó a mi puerta para intentar convencerme de volver atrás.


Primero, me habló de mi pasado, y de todas las cosas que había cometido, dijo que difícilmente alguien esperaría algo bueno de mí, de hecho, me dijo, si te rindes ahora, nadie se sorprendería, porque ya todos están esperando que lo hagas. Deja de fingir lo que no eres y vuelve a donde perteneces.


Por un momento casi le creí, porque ya había notado que hay personas que me critican, me ven de menos y esperan lo peor de mi. Pero en ese momento recordé, que Jesús borró mi pasado con su sangre, perdonó mis pecados y me hizo nacer de nuevo. Así que el pasado ya no es válido. Y le dije adiós.


El enemigo dijo ¡Espera! Tienes razón. Jesús borro tu pasado... Pero, ¿qué me dices del presente? No me digas que ya eres un santo, porque ni tu mismo te lo creerías. Cuando vas por la calle puedo darme cuenta de los malos pensamientos que vienen a tu mente. La vez pasada, incluso estabas en la iglesia cuando respondiste con sarcasmo a aquel hermano que te atacó con su crítica. De qué sirve que Jesús borrara tu pasado, si tú sigues siendo el mismo de antes? Rindete, esto no es para ti.


Ésta vez, sus palabras sí lograron herirme, porque todo aquello era cierto. A pesar de luchar cada día contra mis impulsos carnales, siempre hay momentos donde me vencen y termino cayendo en pecados. No sabía que decir. En ese momento Jesús se acercó a la puerta y le dijo: "Claro que no es perfecto, sigue siendo humano y mientras lo sea cometerá errores, pero él lucha cada día por ser mejor, fallar menos y aprender mas de mí".


Levanté la mirada y dije "Gracias Señor".


El enemigo se empezó a molestar, y le dijo a Jesús: "defiéndelo tanto como quieras, de todas formas, tarde o temprano caerá y ahí estaré yo para burlarme".


Jesús esta vez no le dijo nada, le cerró la puerta de golpe y me dijo: "No sé porqué abriste, al enemigo no se le debe ni abrir la puerta, el es un engañador, que busca tu ruina, yo sé muy bien que tu no eres perfecto, es más, lo sabía cuando estaba colgado en la cruz derramando mi sangre para salvarte y eso no me detuvo, pero cuanto más me permitas guiar tus pasos más firmes serán cada vez. Yo te guiaré por sendas que tu ni siquiera conoces, te haré resplandecer con mi amor, y te levantaré cada día más como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto. No temas fallar, teme rendirte. Es mejor que falles intentándolo y no que te des por vencido antes de intentarlo. Y recuerda; no estás sólo, yo estoy contigo y no pienso dejarte".


El enemigo siempre buscará la manera de hacernos sentir sucios, indignos y culpables, pero no olvidemos que somos dignos porque Jesús pagó el precio por nosotros, él nos conoce perfectamente y nos ama cuando luchamos cada día por agradarle.



 

¡Comparte esta reflexión con un amigo! Alguien puede estar necesitando esta palabra.

93 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page