La sunamita: Una gran lección de fe

La historia de la Sunamita en la Biblia es una poderosa y conmovedora narración que se encuentra en 2 Reyes 4:8-37. Esta historia relata cómo una mujer de Sunem recibe una gran bendición de parte de Dios, a través del profeta Eliseo, sin siquiera pedirlo.

La biblia nos narra que: La Sunamita era una mujer rica y piadosa que vivía en Sunem, una ciudad de la región de Samaria. Ella invitaba al profeta Eliseo a comer en su casa de manera insistente. En una ocasión, ella le pide a su esposo hacer un espació cómodo en su casa para que el profeta descansara cuando visitara la ciudad. Ella muestra mucho esmero al atender al profeta Elías cada vez que lo recibe en su hogar, conociendo que es un varón santo de Dios.

Un día, en agradecimiento por su hospitalidad, Eliseo le ofrece una bendición y le pregunta: ¿Qué quieres que haga por ti? pero ella no le pide nada. Sin embargo Elías, sabiendo que ella y su esposo no podían tener hijos, decide bendecirlos de esa manera, y le profetiza que al siguiente año estará abrazando un hijo.

La historia de la Sunamita nos enseña la importancia de la fe y la confianza en Dios. La Sunamita no busca la bendición de tener un hijo, sino que se muestra fiel a Dios al mostrar hospitalidad al profeta Eliseo sin esperar nada a cambio. Al igual que la Sunamita, podemos confiar en que Dios nos recompensará cuando somos fieles a Él y hacemos lo correcto, incluso si no vemos una recompensa de manera inmediata.

Además, la historia de la Sunamita nos revela la importancia de estar abiertos a las bendiciones que Dios tiene para nosotros. A pesar de que la Sunamita y su esposo eran estériles, ella abrió su hogar y su corazón al profeta Eliseo. Al hacerlo, ella fue bendecida con un hijo, un regalo maravilloso que nunca esperó recibir. A veces, podemos estar cerrándonos a bendiciones que Dios tiene preparadas para nosotros porque creemos que no encajan en nuestros planes simplemente están fuera de nuestras expectativas. Sin embargo, al estar abiertos a la dirección de Dios y las bendiciones que tiene para nosotros, podemos experimentar la plenitud de la vida que Él desea para nosotros.

¿Conocías esta historia? tiene segunda parte... (Spoiler: El hijo de la sunamita muere repentinamente)

→ Lee aquí la parte 2

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¡Que Dios te bendiga grandemente!