Noé, una historia de obediencia

Todos conocemos la historia de Noé, el diluvio, la construcción del arca y cómo las especies se pudieron preservar en medio de una catástrofe mundial que se registra en Génesis 6-9. Pero lo que pocos hemos observado de esta historia, es que Noé fue muy valiente al seguir las ordenes que Dios le había dado al pie de la letra.

En los tiempos de Noé no existía aún lo que conocemos como lluvia, la vegetación se alimentaba de una especie de rocío o vapor que subía de la tierra constantemente (Génesís 2:6) Entonces, imagina que loco sonaba Noé cuando pregonaba que vendría agua del cielo. Desde ese momento, de creer a Dios algo que no parecía razonable para él y actuar de acuerdo a eso, ya tiene bastante mérito en Noé. Su obediencia a Dios era más grande que su razonamiento humano.

No tenemos muchos datos de la vida que Noé llevaba antes de ser llamado a construir el arca, excepto que era un hombre honrado, justo y que vivía bajo la voluntad de Dios. Pero si tenemos en Génesis 6:22 La prueba de la gran obediencia de él.

Y Noé hizo exactamente todo lo que Dios le había ordenado. (Génesis 6:22)

Noé no era un ingeniero, un maestro constructor y me atrevería a decir que incluso quizá nunca había construido un barco, mucho menos uno tan grande como lo fue el arca. Pero el arca fue construida a la perfección y cumplió con éxito el propósito para el cual fue diseñada.

La clave del éxito de Noé no fue su habilidad como constructor, fue su obediencia. A pesar de que él no sabía cómo hacerlo Dios si sabía y él siguió sus instrucciones.

A veces nosotros nos sentimos incapaces de ser usados por Dios, dudamos de nosotros mismos porque conocemos nuestras limitaciones y nuestras debilidades, pero debemos darnos cuenta que no necesitamos ser grandes maestros para lo que Dios nos llame a hacer, lo único que necesitamos es ser obedientes a su palabra. Al final, quien sabe el cómo y el porqué es Dios y eso es lo importante.

Noé cumplió exitosamente su misión en la Historia de la humanidad siendo obediente, cumplamos nosotros también la nuestra.